1-Clasificación de los sentimientos.
Max Sheller.
El autor considera cuatro clases distintas de sentimientos:
Sensoriales
Vitales
Anímicos o psíquicos.
Espirituales o de la personalidad.
1-SENSORIALES.
Estos están caracterizados por localizarse en distintos puntos del organismo alcanzando una TOPOGRAFÍA orgánica, y sus mejores representantes son el dolor, gusto, olor... este tipo de sentimientos carecen de intencionalidad y expresan el estado en el que se encuentra en ese momento esa parte del organismo, por eso, las personas no tienen recuerdos”sentimentales” para este tipo de sentimientos. Esto los caracteriza por ser puntiformes, sin continuidad de sentido en la vida de la persona. De esto podemos deducir que son los menos afectados por la voluntad, y los más ligados a la sensación.
Los sentimientos sensoriales son la expresión del estado de los tejidos corporales, son los signos a través de los cuales se expresa un órgano, tejido y sus funciones, y en medicina son denominados síntomas, los que sirven para orientación diagnóstica. Pero además al hombre le sirven como alerta
del funcionamiento corporal y la mayoría de las veces configuran el motivo de consulta.
2-VITALES (humor)
A diferencia de los anteriores, estos poseen un carácter difuso porque se extienden a todo el cuerpo y no se reducen a una determinada región del mismo. Como ejemplo podemos citar a la comodidad o incomodidad, fatiga, agilidad, .... que si los razonamos veremos que estos tocan a todo el cuerpo en general; entonces podemos decir que lo que une a ambos tipos de sentimientos, (VITALES Y SENSORIALES), es la característica de ligazón íntima con EL CUERPO, es decir ambos están referidos al cuerpo.
Ejemplo: yo no soy cómodo o incómodo, me siento cómodo o incómodo con todo mi cuerpo”. Otro ejemplo: lo que sucede en los estados pre-menstruales, donde hay un sentimiento de irritabilidad y de incomodidad básico que hace que la mujer vivencie su cuerpo como una carga.
Si analizamos el ejemplo, veremos que a diferencia de los sensoriales, estos si tienen continuidad y sentido en la vida de la persona, ya que le permiten al hombre percibir su cuerpo y a través de él el mundo circundante, por ejemplo: la frescura de una noche luego de un día de calor, donde aparece un sentimiento de “placer” que se extiende hacia todo el cuerpo que es vivenciado (valga la redundancia) placenteramente, a diferencia de lo que ocurre durante un día de agobiante calor, donde el cuerpo es alcanzado por sentimientos de incomodidad, cansancio y agotamiento, y que en definitiva la persona vivenciará el cuerpo displacenteramente volviéndose este una carga pesada.
Los sentimientos vitales tienen un cierto carácter de intencionalidad, son manifestaciones de aquellas experiencias vividas a través del cuerpo y por lo tanto son sentimientos que nos ponen en contacto con acontecimientos espaciales y temporales, es decir que nos unen al resto del mundo material.
3-ANÍMICOS O PSÍQUICOS. (sentimientos motivados o reactivos)
Estos son sentimientos dirigidos por ser aquellos que reaccionan frente a situaciones que se dan en el exterior, y en los que participa la persona, es decir el YO activo.
Estos sentimientos están relacionados con el significado de la situación que los despertó, y no con la percepción misma, veamos un ejemplo: En una calle de barrio una señora es interceptada por un individuo con un arma, enseguida se desata en ella un sentimiento de temor por lo que significa esa situación, (ataque y violencia), ese sentimiento reacciona ante lo que significa ese momento, porque el hombre llevaba un arma de juguete, y era el sacerdote del barrio, pero la señora recién se mudada no sabía que esa era la forma en que en el barrio le daba la bienvenida a los vecinos nuevos.
Los sentimientos anímicos son una modalidad del yo, y no una función del yo, es decir que en cada persona adquieren una manera diferente de manifestarse y sentirse. Este tipo de sentimientos ya no están ligados con los estados “humorales o neurohormonales” del cuerpo, sino que se ligan al psiquismo y son los que nos permiten superar al humor a partir de la valoración psíquica de la situaciones, en donde se pone en marcha la cultura, la experiencia el aprendizaje, la escala de valores y las expectativas de vida que cada individuo tiene, por eso ,son parcialmente independientes de lo corporal. Los sentimientos psíquicos aparecen en el plano psíquico como reacción a impresiones y noticias exteriores. Son por tanto sentimientos motivados. En ellos existe la participación del yo activo, mediante la valoración de los motivos. Por eso también se les llama: sentimientos dirigidos
4-ESPIRITUALES
Estos no surgen del yo, son estados absolutos ya que estos representan un modo de ser y no un modo de estar en el mundo, por lo tanto son permanentes, hacen a la esencia misma de la persona. Estos están representados por aquellos sentimientos religiosos o metafísicos, por ejemplo la fe.
En todo esto es importante considerar que estos estadios no se dan aislados y que en el ser humano todo incide con todo, la distinción es sólo para poder entenderla y aprenderla pero estos sentimientos, así separados, en la vida cotidiana se combinan e interactúan entre sí. Los sentimientos espirituales no son estados del yo, sino estados absolutos, no ligados a un motivo determinado, son de tipo existencial, por ejemplo una necesidad espiritual, religiosa, etc.
¿Cómo incluimos ciertos trastornos afectivos en esta clasificación?
S. SENSORIALES: UN INTENSO DOLOR DE MUELAS.
S VITALES: la tristeza inmotivada o tristeza vital del depresivo endógeno, que está provocada por un desorden serotoninérgico, entre otros.
La alegría vital del maníaco.
El humor delirante en los comienzos de la esquizofrenia.
El humor patibulario del alcohólico.
S. ANÍMICOS O PSÍQUICOS: la catatimia que genera estados deliroides, las pasiones de los fanáticos, el sentimiento persecutorio del paranoide, la tristeza reactiva. O motivada.
Resumen:
Max Scheller clasifica a los sentimientos en cuatro modalidades: los sensoriales, los vitales, los psíquicos y los espirituales. Los sentimientos sensoriales aparecen localizados en un sector del organismo. El modelo más frecuente es el dolor. Los sentimientos vitales son experimentados de manera difusa en el conjunto de la corporalidad, cuerpo vivido o yo corporal, como las sensaciones de aplanamiento y potencialidad. Poseen relativa autonomía: proceden de la vida misma y nos informan sobre los ascensos y descensos de ella en la salud y la enfermedad, y no se derivan de los sentimientos sensoriales ni de los acontecimientos exteriores.
Los sentimientos psíquicos aparecen en el plano psíquico como reacción a impresiones y noticias exteriores. Son por tanto sentimientos motivados. En ellos existe la participación del yo activo, mediante la valoración de los motivos. Por eso también se les llama: sentimientos dirigidos.
Los sentimientos espirituales no son estados del yo, sino estados absolutos, no ligados a un motivo determinado, son de tipo existencial, por ejemplo una necesidad espiritual, religiosa, etc.
En resumen, el siguiente esquema de la clasificación de los sentimientos sería:
S. Sensoriales: estados corporales localizados en el organismo; ejemplo: el dolor.
S. Vitales: estados corporales difusos; nacen del yo corporal; Ej.: el aplanamiento.
S. Psíquicos: estados psíquicos motivados; nacen del yo psíquico; Ej.: la tristeza motivada.
S. Espirituales: estados absolutos; nacen en la espiritualidad; Ej.: los sentimientos artísticos, metafísicos y religiosos.
Cabe aclarar que existe una íntima interacción recíproca entre unos sentimientos y otros. Muchas vivencias afectivas se componen de la fusión inextricable de varios sentimientos.
La categoría material, biológica, psíquica y espiritual se interrelacionan constantemente.
Lo biológico está condicionado por la materia: sin materia no hay vida. Lo psíquico, por lo biológico. Y lo espiritual por lo psíquico.
Estrato material……………..Sentimientos sensoriales
Estrato biológico…………….Sentimientos vitales
Estrato psíquico…………….Sentimientos psíquicos
Estrato espiritual…………..Sentimientos espirituales.
A los movimientos afectivos muy intensos y de brusca presentación se los llama: afectos, emociones y pasiones. Y a las disposiciones afectivas más estables y persistentes, se las llama: estados de ánimo y humores.
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